Tras varios años sin hacer un monumento, mucho más preparado, y ahora con la ayuda de mi esposa Sara Ribes Tena, aceptamos el reto de construir la gaiata 9.
Inicialmente la comisión se haría cargo del monumento y nosotros solo de la iluminación, pero finalmente nos metimos de lleno también con la madera, la pintura y las vidrieras.
Hasta Sara hizo sus primeros pinitos como artista gaiatera al hacerse cargo del monumento infantil. Eso sí, por motivos presupuestarios hubo hacerlo muy muy sencillo.